Originalmente vengo del país de los caballos de Baja Sajonia. Aquí comencé a montar a la edad de 9 años y recibí el apoyo de nuestro propietario del establo. Era como un padre para mí y un maestro de la caballería anntigua y más tarde me proporcionó sus caballos para los torneos. Así que me convertí, entre otros, en campeón de distrito de los juniors en salto de espectáculo. Con él también aprendí el manejo de los potros y el entrenamiento de los caballos jóvenes.

Cuando emigré a España en 2004, rápidamente se hizo evidente que tampoco podía vivir sin caballos aquí. Así que, por cierto, trabajé en mi trabajo en nuestra pensión y tambien en una Yeguada grande y famosa. Entre otras cosas,  ahi fui responsable para la preparación de los sementales jóvenes y, sobre todo, para las ventas de los Caballos en venta a otros países europeos. Aquí aprendí a amar a los caballos españoles (PREs). Y poco a poco mis crías se mudaron conmigo. Como los colores especiales me han impresionado especialmente, todos mis yeguas tienen un colore especial. Se dice que un buen caballo no tiene color. Y criar un buen caballo en un color especial es un desafío. Esto me lo he preguntado y creo que hasta la fecha, todos mis potros tienen una calidad muy buena. En su crianza, doy importancia a la vivienda adecuada. Así que incluso a los potros recién nacidos siempre se les permite salir al pasto e incluso en invierno mis caballos no están encerrado en una cuadra. Además, pongo atención al correcto estado nutricional. Así que los potros no deben ser demasiado gordos ni demasiado delgados. La comida de alta calidad es importante para ellos y también la inspección periódica por un veterinario y un herrador.